Para leer sobre FOX (y no como FOX...)

Votas y te vas (título tomado del "Comes y te vas" de Vicente Fox a Fidel Castro), trata de las elecciones presidenciales del 2 de julio de 2006 y Rius hace polvo al Instituto Federal Electoral (IFE) y a Vicente Fox. Votas y te vas es una formidable defensa de Andrés Manuel López Obrador. Durante la campaña que se inició en febrero, López Obrador barrió con sus contrincantes Madrazo y Calderón y llenó plazas y toreos. Rius denuncia las amenazas telefónicas hechas por el gobierno y por los empresarios: "Si gana ese comunista le van a quitar su casa y su coche" o "Si vota por él, se van a llevar a Cuba y a Venezuela a sus hijos para adoctrinarlos". Rius siempre ha integrado en sus historietas, fotografías, recortes y dibujos de otros autores. Elena Poniatowska aparece en una fotografía en Votas y te vas a propósito del espot en defensa de Andrés Manuel, en abril de 2006, en el que pedía a los panistas que jugaran limpio y no calumniaran.

Sin embargo, Rius no es incondicional. Condena el autoritarismo, el "yo solo me basto" y varias de las decisiones de campaña de López Obrador. Nunca hay que confiarse demasiado y López Obrador, terco como una mula, con su ritornello de "vamos bien, vamos bien" perdió perspectiva y no cubrió todos los flancos. Andrés Manuel falló al no defenderse de los ataques de Fox, los del Consejo Coordinador Empresarial y los millones de espots de las televisoras. Su ausencia del primer debate presidencial fue un error muy bien aprovechado por los fabricantes de encuestas y las televisoras, que de inmediato inflaron el "milagroso" repunte de Calderón. ¡Y ahí fue dónde!

En Votas y te vas, Rius echa luz sobre el desastroso papel del IFE, quien, entre otras cosas, debía tener un padrón de electores fuera de toda duda, pero lo rasuró y dejó fuera a miles de simpatizantes.

El golpe de Estado contra López Obrador se preparó con anticipación. Ya con el desafuero y el predio del Encino se había pretendido sacarlo de la contienda electoral. Cientos de miles de espots lo descalificaron. Vicente Fox Quesada y el Consejo Coordinador Empresarial embistieron al unísono en contra suya. Eduardo del Río, Rius, como muchos de nosotros, está seguro de que el desabrido Calderón no ganó y de que los manejos turbios del IFE son responsables del fraude. El IFE mandó imprimir casi tres millones más de boletas cuando conocía perfectamente el número de electores. Rius se pregunta con razón: "¿Por qué tantas y dónde están?" Bolívar Huerta y otros matemáticos de la Universidad Nacional Autónoma de México demostraron que el sistema de computación del IFE sólo es confiable para el propio instituto.

"Los burócratas del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación" ­como los llama Rius­ accedieron a que se contaran sólo 11 mil 839 casillas de un total de 130 mil, "reconociendo así que en gran parte de los estados panistas, las elecciones no habían sido limpias, para vergüenza del pinche IFE". A esto, Rius agrega "que la supuesta fiesta electoral nos costó a los mexicanos mil 200 millones de dólares".

La sonrisa de Rius es el punto de partida de toda su obra. Ninguna amargura, ninguna envidia, ninguna revancha a lo largo de su vastísima obra. No habla por la herida porque ha sabido superar avatares y desastres personales y públicos. No personaliza porque aprendió en la infancia a no tomarse en serio, pero sí a saber que su trabajo de amor por México es muy serio y por eso mismo lo hace mediante el humor y la ironía que son la mejor forma de encarar las peores situaciones. Desde niño se rebeló contra la autoridad: su mamá, sus maestros. Desde niño también descubrió que al rebelarse tenía razón. Sus libros son una gran rebeldía y son irreprochables, porque todos los datos son verídicos y se basan en la realidad.

Votas y te vas viene a añadirse a la ascendente carrera de Rius, cada vez más rebelde, cada vez más lúcido, cada vez más entrañable, cada vez más indispensable en el proceso educativo de los mexicanos.


El presidente entoloachado

Una parodia que entreteje la trama inimaginable de un gran amor en medio de una dictadura perfecta, ofrece Armando Ramírez en su novela ‘El presidente entoloachado’.

México. Tras cinco años de silencio en la novela y con el estilo irreverente que lo caracteriza, Armando Ramírez, regresa a la literatura con una “tierna historia de amor” que se desarrolla en medio de una atmósfera especial: la politica.

El presidente entoloachado es el título del libro publicado por Random House Mondadori bajo el sello de Grijalbo y en la que el escritor tepiteño remite a los lecheros a la república de Tan Pendécuaro donde se vivía en la dictadura perfecta de un gobierno autoritario que se decía revolucionario. Sin embargo, insiste, el autor, la novela trata del amor, “ese sentimiento tan gacho y tan sabroso que obnubila la mente y afloja los cuerpos”.

El presidente con las botas de charol, Fito C. Quesadilla de Requesón y su “ángel angelical” María Desusa del Refugio del Sagrado Corazón de Melón protagonizan este relato lleno de humor e ironía. Él es un verdadero adonis de rancho, bigote de aguacero, ceja arqueada, ojos de pajarillo gorrioncillo pecho amarillo, estatura impoente, como si hubiera crecido a lo loco, padece de incontinencia verbal y se cree que padece el complejo de la chimoltrufia ya que “como dice una cosa dice otra”. Ella, chiquita pero picosa, aunque no siempre fue así y hubo un tiempo donde esta heroína sufrió y sufrió por la culpa de los malos machos, pero una mujer “hecha de titanio, era una mujer que no se doblaría”.

A lo largo de estas páginas acompañan a los protagonistas sus antiguos amores: Margarita del Buen Tono y Amargura y El Macho Barbillo, los hijos procreados o adoptados fruto de cada relación y otos recargados personajes como el ingeniero Cuaternochas García y Paquito Baquetón, los contendientes de campaña, Agapito Claridoso, el nuevo caudillo de los izquierdosos, Pierre Nodoyuna el preferido de la pareja para sucederlos en la presidencia de Tan Pendécuaro y Mariano Cachetón, quien le arrebató la candidatura a Nodoyuna; entre muchos otros suman intrigas, traiciones, desengaños y mcuho humor a este relato.

Armando Ramírez se arriesga con esto que podríamos llamar una parodia literaria y entreteje una trama “inimaginable” donde el enamorado o entoloachado presidente, como también se sospecha, vive junto a su consorte presidencial toda suerte de aventuras, tropezones y dislates en diferentes países y circunstancias poniendo “muy en alto” la imagen de la república de Tan Pendécuaro y sobre todo su gran amor y complicidad.

A pesar de cualquier probable coincidencia, El presidente entoloachado, nos dice su autor "es una novela que nada tiene que ver con la realidad, no pretende ser realista, de denuncia o cualquiera de esas cochinadas, sino un ejercicio de ficción”. Y para aquellos lectores demasiado perspicaces Armando Ramírez se atreve a jurar por el Dios Tláloc que la trama así como los personajes nacen de su delirante fantasía, pues “fue escrita en una noche de luna llena y tenía ganas de aullar”. Con todo, los lectores más incrédulos podrían asegurar que es “es una venganza imaginaria a los que sucedió el sexenio pasado en México”.

Con información de Ramdom House Mondadori


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