60% de los mexicanos opinan hoy peor de Fox
María de las Heras
Milenio
La suspicacia de la opinión pública empieza a despertar como bien Ciro Gómez Leiva lo preveía, y después de atestiguar la avalancha de…llamémosle “torpezas” cometidas por el ex presidente Vicente Fox, los públicos empiezan a sospechar que detrás de ellas tiene que haber gato encerrado.
No sólo el 60% de los entrevistados confiesan que su opinión sobre el ex mandatario es peor ahora que hace un año – súmese el 11% que dice ya tenía mala opinión de él – sino que casi la mitad de los entrevistados sienten vergüenza ajena por las patéticas actuaciones de Vicente frente a los medios extranjeros.
Aunque la opinión de los públicos no se define sobre si los ex presidentes deben callarse, hablar pero con prudencia o decir lo que se les venga en gana, lo cierto es que siete de cada diez entrevistados están convencidos que Vicente Fox debería aclarar muchos asuntos que tiene pendientes antes de exponerse ante los medios de comunicación como lo está haciendo.
El hecho es que, por imprudente o por perverso, en menos de un mes Vicente Fox se quedó sin camionetas, sin estatuas, sin el respeto de la mayoría de los mexicanos y también sin el de muchos extranjeros.
Yo soy de las que prefiere pensar que todo esto tiene que ver más con una estrategia de distracción sobre cosas más delicadas que pudieran afectar al ex mandatario y su familia, porque de otra manera tendría que aceptar que los últimos seis años nos gobernó un estúpido, y eso como mexicana duele mucho más.
En consecuencia espero que las autoridades estén actuando conforme su obligación y se concluyan PRONTO las investigaciones pendientes sobre el origen de los recursos de la familia Fox, incluyendo los de la familia de su distinguida esposa.
Milenio
La suspicacia de la opinión pública empieza a despertar como bien Ciro Gómez Leiva lo preveía, y después de atestiguar la avalancha de…llamémosle “torpezas” cometidas por el ex presidente Vicente Fox, los públicos empiezan a sospechar que detrás de ellas tiene que haber gato encerrado.
No sólo el 60% de los entrevistados confiesan que su opinión sobre el ex mandatario es peor ahora que hace un año – súmese el 11% que dice ya tenía mala opinión de él – sino que casi la mitad de los entrevistados sienten vergüenza ajena por las patéticas actuaciones de Vicente frente a los medios extranjeros.
Aunque la opinión de los públicos no se define sobre si los ex presidentes deben callarse, hablar pero con prudencia o decir lo que se les venga en gana, lo cierto es que siete de cada diez entrevistados están convencidos que Vicente Fox debería aclarar muchos asuntos que tiene pendientes antes de exponerse ante los medios de comunicación como lo está haciendo.
El hecho es que, por imprudente o por perverso, en menos de un mes Vicente Fox se quedó sin camionetas, sin estatuas, sin el respeto de la mayoría de los mexicanos y también sin el de muchos extranjeros.
Yo soy de las que prefiere pensar que todo esto tiene que ver más con una estrategia de distracción sobre cosas más delicadas que pudieran afectar al ex mandatario y su familia, porque de otra manera tendría que aceptar que los últimos seis años nos gobernó un estúpido, y eso como mexicana duele mucho más.
En consecuencia espero que las autoridades estén actuando conforme su obligación y se concluyan PRONTO las investigaciones pendientes sobre el origen de los recursos de la familia Fox, incluyendo los de la familia de su distinguida esposa.
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