El retorno de Fox


Joaquín López Dóriga
Milenio


En el México priísta, a los ex presidentes de la República se les mandaba al arcón del olvido y a los que se resistían al del exilio.

No me voy a remontar hasta el conflicto histórico del general Lázaro Cárdenas con Plutarco Elías Calles, ni el de don Adolfo con Miguel Alemán o al de Gustavo Díaz Ordaz con Adolfo López Mateos.

Quiero acercarme más al final del siglo pasado, cuando la regla era el ostracismo para los ex presidentes, en la que estaba claro que el que bailaba en una se sentaba en la otra y si no, lo sentaban.

Y decían, y es válido a la fecha, que sólo había un quehacer más difícil que el de Presidente: ser ex presidente.

En ese tránsito de la regla de oro priista está el recuerdo de cuando Luis Echeverría quiso seguir mandando en el sexenio de su amigo, José López Portillo, quien lo envió de embajador a las islas Fidji; el de Miguel de la Madrid, que encarceló a los más cercanos de don José, como éste lo había hecho con las debilidades de don Luis.

Excepto por Carlos Salinas, que recuperó la costumbre desaparecida de dar ocupación a los ex presidentes, y nombró a Miguel de la Madrid director del Fondo de Cultura Económica, la separación siempre fue traumática, por la buena o por la mala.

El caso más reciente es la ruptura de Ernesto Zedillo con Carlos Salinas.

En el priísmo, los ex presidentes no tenían ni voz ni voto, la habían tenido sin límite por seis años. Pero como el saliente designaba al sucesor, se creía con la autoridad de guiarlo, lo que llevó siempre, inevitablemente, al rompimiento.

Con el PAN en Los Pinos, Vicente Fox es el primer ex presidente panista al que su sucesor, Felipe Calderón, no le debe nada, al contrario, su candidato era Santiago Creel y le ganó.

Pero Fox ha sido recuperado por el PAN, sin duda con la aprobación de Calderón. En su pasado Consejo Nacional, con el argumento de que nunca ha perdido una elección, lo reivindicaron y ahora se alza, eufórico, como su Cid Campeador, sin ver que podría ser su caballo de Troya.

Pero son las formas panistas.


CUMBRE PANISTA. Vicente Fox, acompañado por
Carlos Abascal (izq); Germán Martínez (centro); Margarita Zavala,
y Juan Manuel Oliva (der), la semana pasada
en Guanajuato. (Foto: El Universal)

A falta de PAN, Fox

Cambalache
Salustio
El Universal

Cómo estarán las cosas en el PAN rumbo a las elecciones de 2009 que rehabilitan al prócer del guanajuatismo, don Vicente Fox, y lo sacan de su retiro bucólico.

Ahora no cumplirá la promesa de quedarse en su rancho a cuidar vacas, junto a Martita... Pero qué importa ante una panadería blanquiazul que no da bollos apetitosos para el populismo electoral.

Renace de entre sus cenizas, cual chachalaca rediviva. ¿Dónde quedaron las estrellas del neopanismo?, se preguntarán algunos. Los Mouriño, los Creel, los Germanes y los Martínez... ¿Cartuchos quemados, balas de salva, simples chinampinas?

Se impone el regreso del estadista, del esteta de la ocurrencia, a quien en gran medida debemos la polarización y la crisis política y social del país. Quien con sus acciones desde Los Pinos hizo que el gobierno de su sucesor naciera débil y con legitimidad mellada.

El hombre cultísimo que nos legó una megabiblioteca con más goteras que libros y fugas millonarias por aclarar.

El guanajuatense visionario que, ante la imposibilidad de sacar a México del subdesarrollo y la pobreza extrema, se esforzó como titán para que al menos su rancho fuera de primer mundo.

El panista que sí cumplió sus promesas de empleo a los mexicanos, aunque éste fuera en Estados Unidos y como jardineros.

El fiel seguidor de la política zedillista de procurar el bienestar de la familia... aunque sólo fuera para la suya, hijastros incluidos.

El hombre que impulsó la igualdad de género y que hizo todo lo posible para que su esposa Martita llegara también a la Presidencia.

El gurú económico que prometió un crecimiento de 7% regresa hoy para ver si ahora sí lo cumple... sin importar que sea en gobierno ajeno, el de Felipe Calderón.

Sí, vuelve Fox para la revancha del partido que perdió ante el narco que, cual cultivo de amapola, floreció sin control durante su administración... al menos así lo ha señalado su heredero en Los Pinos.

Pero en su retorno, el “Mi Rey” no está solo. En sus andanzas quijotescas cuenta con fieles escuderos: Manuel Espino, chivo en cristalería con libro bajo el brazo; el autodenominado “vulgar” gobernador de Jalisco, Emilio González, también conocido como El Góber de los Megadonativos o Fray Tequila, y no podía faltar el Torquemada de León, Guanajuato, el alcalde Vicente Guerrero, Rey del Tehuacanazo.

¡Tiemblen Hugo Chávez y Fidel Castro! ¡Alégrense las dos Coreas! El esposo de Marta está de regreso.

¡El PAN es primero, las vacas después!


Y cuando pensabamos que ya nos habiamos
librado de él, lo resucitan cual película de terror...


Martita lo pusó a chambear
QRR
Milenio

Ni hablar. En un arranque de cordura Germán Martínez, el dirigente del empleo, invitó a chambear a Vicente Fox para el CEN del blanquiazul en la Comisión Energética. Se le acabaron las vacaciones al ex preciso y ahora tendrá que cumplir con su deber para regresarle a su partido un poco de lo que éste le dio. Las responsabilidades que deberá cumplir la chachalaca están a la altura de su capacidad

• Patrullar la colonia Del Valle con su Hummer para peinarse todos los Oxxos de la zona. Cuando sus correligionarios tengan sed, mandarán a Fox por un six. La botana la pone el mismo Chente.
• Romper burbujas de plástico con las que embalan aparatos electrónicos para mantenerse en forma.
• Fox será el primer reloj humano: se embarrará resistol en las manos, esperará a que se seque y luego lo despegará. El tiempo que dure dicho proceso será el mismo que dure un discurso oficial de Mouriño.
• Dar clases de patadas de ahogado y nado sincronizado en la alberca que dejaron las goteras en su megabiblioteca.
• Redactar el resumen de la comedia Sin papadas trémulas no hay paraíso para platicársela a Germán Martínez mientras desayuna sus memelas.
• Hacer taquito la lengua y formar burbujas de baba para demostrar que su apéndice lingual sirve para cosas más útiles.
• Estará encargado de la oficina catadora de antidepresivos. Deberá proporcionarle al Ejecutivo el mejor surtido de Prozac para seguir arriba y adelante en la guerra contra el narco.
• Amenizará eventos para niños imitando al Güiri-Güiri.


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