AMLO le saca mas trapitos al sol...
El ex candidato presidencial del PRD, Andrés Manuel López Obrador, asegura en su reciente libro “La mafia nos robó la Presidencia también” que el presidente Fox le ofreció a Juan Francisco Ealy, dueño de el periódico EL UNIVERSAL, entregarle la concesión para un banco, a cambio de truquear las encuestas. “El 22 de junio, 10 días antes de la elección, Fox le ofreció a Juan Francisco Ealy que truqueara una encuesta para dar empate. Él se resistió y Fox le ofreció la concesión de un banco. Se podría decir que no es cierto, que Juan Francisco, quien me platicó a detalle esta indecencia, mintió. Pero resulta que 10 días antes de que dejara la Presidencia, Fox entregó varias concesiones para la operación de bancos… entre otros beneficiarios están Walt-Mart y Enrique Coppel, de Sinaloa”, reseña MILENIO.
Fox: “hecho un tonto”
El ex jefe de Gobierno del Distrito Federal da su versión sobre el último encuentro que tuvo con Fox, el 6 de mayo de 2005 en Los Pinos, en el que entre otras cosas hablaría sobre el problema del Drenaje Profundo en la Ciudad de México.
“A esa cita en Los Pinos llegué puntual. Me recibió el vocero, Rubén Aguilar, quien se había encargado de atacarme en los tiempos del desafuero... también estaba Felipe González, subsecretario de Gobernación, porque Fox no aceptó reunirse a solas conmigo ni quiso tampoco que hubiese medios de comunicación. Me ofrecieron un café antes y, cuando entramos a la oficina de Fox, apareció él de pie, serio, endurecido, hecho un tonto. Yo iba tranquilo, relajado. Cuando nos sentamos, expresó: ‘Dígame’. Yo llevaba un acordeón, un guioncito de los asuntos que quería tratar. Uno de ellos era agradecerle, porque a pesar de la tardanza había rectificado, y eso era bueno: se había evitado el agravamiento de una crisis política”.
Fox: “hecho un tonto”
El ex jefe de Gobierno del Distrito Federal da su versión sobre el último encuentro que tuvo con Fox, el 6 de mayo de 2005 en Los Pinos, en el que entre otras cosas hablaría sobre el problema del Drenaje Profundo en la Ciudad de México.
“A esa cita en Los Pinos llegué puntual. Me recibió el vocero, Rubén Aguilar, quien se había encargado de atacarme en los tiempos del desafuero... también estaba Felipe González, subsecretario de Gobernación, porque Fox no aceptó reunirse a solas conmigo ni quiso tampoco que hubiese medios de comunicación. Me ofrecieron un café antes y, cuando entramos a la oficina de Fox, apareció él de pie, serio, endurecido, hecho un tonto. Yo iba tranquilo, relajado. Cuando nos sentamos, expresó: ‘Dígame’. Yo llevaba un acordeón, un guioncito de los asuntos que quería tratar. Uno de ellos era agradecerle, porque a pesar de la tardanza había rectificado, y eso era bueno: se había evitado el agravamiento de una crisis política”.
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