Fox: el aliancista desmemoriado



La alianza entre el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) es “oportunista y electorera” es como querer juntar el agua y el aceite, dijo ayer el ex Presidente de México, Vicente Fox Quesada, quien en los últimos días se ha dedicado a criticar a su ex partido, el blanquiazul, por su apuesta de ir de la mano del sol azteca en las elecciones de julio próximo.

Sin embargo, en los últimos meses, Fox Quesada ha perdido la poca credibilidad que le quedaba, luego de entregar la Presidencia de la República en 2006 al también panista Felipe Calderón Hinojosa, quien también es uno de los blancos favoritos de las críticas del ex mandatario, y apoyar con todo la entonces candidatura del priista Enrique Peña Nieto en 2012, aun en contra de quien fuera la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, la misma que él catapulto a la escena política en su sexenio.

En mayo de 2012, Fox planteó: “Es una pérdida de tiempo… es inútil” asistir a los actos de campaña de Vázquez Mota. “Sólo un milagro”, dijo en otra ocasión, podrá impedir que el PAN pierda la Presidencia ante el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

El político guanajuatense olvidó ya de dónde surgió  su triunfo en las elecciones presidenciales del 2 de julio de 2000: de una alianza suscrita con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), que entonces lideraba su fundador Jorge González Torres. Aquella coalición se llamó ni más ni menos que “Alianza por el Cambio”.

 Otra gran acuerdo, documentado por los medios de comunicación y expuesto por ex colaboradores foxistas, fue su pacto con la líder del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo Morales.

Aunque en ese tiempo la “maestra” era formalmente era priista, operó en favor del candidato presidencial de la alianza PAN-PVEM, Vicente Fox, de quien, luego, obtuvo durante su sexenio 11 mil millones de pesos para el SNTE a través de dos fideicomisos.

Pero no sólo eso. También olvidó que el de 2000 no fue su único intento aliancista.

Esa idea la expresó siempre desde su primera campaña por la gubernatura de Guanajuato e incluía a los partidos de izquierda. A finales de 1996, por ejemplo, Fox Quesada suscribió la propuesta de forjar una Alianza por la República y en 1999 se manifestó a favor de construir un pacto con el mismísimo PRD para armar una Alianza por México. Ninguna de esas propuestas prosperó.

Su pragmatismo, ambición y evidente locuacidad también se demostró luego de su triunfo del 2 de julio del 2000, cuando nomás al llegar a Los Pinos disolvió la alianza con el PVEM.

Ahora, luego del triunfo de Peña Nieto, a quien no tuvo empacho en apoyar e incluso publicó que aceptaba la responsabilidad porque “busqué y voté lo mejor para México”, el ex Presidente se ha dedicado a atacar a sus correligionarios y sus intentos aliancistas.

La brújula de Vicente Fox parece perdida hace mucho y aún más de cara a los blanquiazules. Pero lo cierto es que entre sus famosos y ya históricos dislates el hombre no ha hecho sino aprovechar cada ocasión para seguir coexistiendo en la escena política de México.

Ahora que, nuevamente, tacha al PAN de oportunista vale recordar que su carrera no ha estado guiada por los principios, sino por la conveniencia.


SINEMBARGO.MX

Pobre pandejo...

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