El affaire Beltrones

Pablo Hiriart
Excélsior


¿De dónde sacó Vicente Fox que hay una campaña en su contra y ésta fue orquestada por Manlio Fabio Beltrones?

Es evidente que Fox se puso en el ojo del huracán al invitar a la revista Quién a su rancho, para ser retratado contando dinero delante de los pobres.

Vicente Fox fue el que insultó al periodista Rubén González Luengas, en Los Ángeles, porque le hizo una pregunta sobre sus bienes reales o supuestos, como le habían preguntado tantas otras veces sin que se enojara.

Ni González Luengas es amigo de Beltrones ni la revista Quién fue al rancho en San Cristóbal a petición del senador sonorense.

Lo que llama la atención es que Fox haya reaccionado de manera tan virulenta y apunte sus tiros contra el líder priista en el Senado.

Llama la atención, también, que haya desenterrado una acusación tan vieja como fallida sobre la existencia de un expediente de Beltrones en la DEA.

Creo que a Fox no se le da la perversidad de manera natural.

Más bien pienso que el ex presidente se deja asesorar por una persona que radica en California, estado donde se encontraba Fox al momento de montar en cólera de manera sorpresiva contra Beltrones.

Elba Esther Gordillo y Manlio Fabio son dos viejos adversarios políticos y ninguno de los dos es de mano liviana.

Ambos tienen agravios que cobrarse y atropellos que aclarar.

La dirigente magisterial tomó como una afrenta personal el hecho de que el Congreso haya decidido destituir a Luis Carlos Ugalde como presidente del IFE.

Para nadie es un misterio que a Ugalde lo promovió Elba Esther Gordillo a la presidencia del Instituto Federal Electoral, cuando ella era la coordinadora del PRI en la Cámara de Diputados y secretaria general del partido.

Y para nadie es un misterio, tampoco, que fue Beltrones el impulsor de la reforma constitucional que descabezó al IFE y borró de esa institución cualquier sombra de la profesora chiapaneca.

La amistad entre Fox y Elba Esther Gordillo es entrañable, según lo ha expresado ella.

De hecho, en el sexenio pasado, ella declaró que el único Presidente que ha considerado su amigo era el que despachaba en ese momento en Los Pinos: Vicente Fox.

Lo que ha ocurrido, al parecer, es que el ex presidente ha sido utilizado por la maestra Gordillo para golpear al enemigo político y personal de ésta, Manlio Fabio Beltrones.

Y quien va a pagar los platos rotos de ese pleito es Fox.

Por lo menos hasta ayer, el saldo del encontronazo entre Fox y Beltrones, en los medios de comunicación, era ampliamente favorable para el sonorense.

Fox, o su asesora política si es que la hubo, hizo cálculos equivocados.

Creyó, o creyeron, que los medios de comunicación electrónicos, agraviados por la reciente reforma electoral que promovió Beltrones, iban a cerrar filas en torno al ex presidente para cobrarle al senador el retiro de la publicidad política en radio y televisión.

Fox, durante su gobierno, le entregó a los medios electrónicos prácticamente todo lo que pidieron.

Obviamente pensó, o pensaron, que con eso tenía ganada la partida e iba a demoler a Beltrones.

Craso error. Ha sucedido exactamente lo contrario.

Antes de entrar a la guerra, Vicente Fox debió haber leído, por lo menos, El Príncipe, de Nicolás Maquiavelo.

Para un político (el Príncipe) es mejor ser temido que querido.

En nuestro país hay una cultura histórica de veneración hacia los “hombres fuertes”. Luego, cuando caen en desgracia, tal vez los hagan talco, pero mientras estén ahí, se les teme y se les respeta.

Ese es el caso de Beltrones y fue el del maestro de Beltrones, don Fernando Gutiérrez Barrios.

Se puede decir, en contra de ese argumento, que los medios se han puesto del lado del agredido.

En efecto, así es. Y es cierto también que en este lance Beltrones tiene razón.

Pero los medios no siempre han estado del lado del agredido, aunque éste tenga la razón.

En un primer balance, lo que ha sucedido es que el disparo fallido de Vicente Fox va a fortalecer a Manlio Fabio. Si le pensaban sacar el tema de la DEA cuando se acercara 2012, ya la bomba se cebó.

Y el ex presidente Fox se echó encima un enemigo formidable, de manera inopinada, gratuita e innecesaria.

Aunque Vicente Fox nunca fue un Don Juan como otros políticos, ahora más de alguno podrá decir, y con razón, que las mujeres fueron la causa de su perdición.

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